viernes, 23 de abril de 2010

13 ABRIL 2010

El día 13 de abril tuvo lugar la exposición del tema de intervención educativa con personas inmigrantes cuyas ponentes fueron Mª del Mar Carmona Martínez, Beatriz Pozo Medina, Azahara Muñoz Muñoz, Irene Prado González y Rocío Ruíz Vicente.

La exposición se ha centrado en analizar el fenómeno de la inmigración y, para romper el hielo y comenzar con el tema, lanzaron una dinámica al inicio de la clase. Esta dinámica se centró en la elaboración de una carta desde el punto de vista del receptor y desde el punto de vista del emisor. El emisor (siendo éste español) debía escribir a una persona inmigrante los motivos por los cuales no debe venir a España. Al reverso de la página, se debe escribir los motivos por los cuales la persona inmigrante sí debe venir a España adoptando su papel.

Una vez finalizada la dinámica, comenzaron a explicar teoría, entre la cual se incluyeron las causas y las consecuencias de la inmigración.

Las causas de la inmigración son las siguientes:

- El clima de España.

- Los servicios de calidad del país.

- El coste inferior de servicios ofrecidos en España.

- La posición demográfica del país.

- El crecimiento económico.

- El efecto llamada o la necesidad de mano de obra barata.

Las consecuencias que tiene el fenómeno son las siguientes:

- La llegada de inmigrantes repercute en la tasa de natalidad y mortalidad del país escogido para iniciar una nueva vida así como en el número promedio de hijos.

- La presencia de inmigrantes favorece de igual forma la existencia de diversas culturas y formas de vida propias.

- La capacidad real del Estado para garantizar cierto nivel de vida al colectivo.

A continuación, se hizo una clasificación de los distintos tipos de inmigrantes que acogemos en nuestro país, dependiendo de su situación legal o no legal y de su estabilidad laboral. Entre ellos encontramos los inmigrantes asentados, los precarios y los indocumentados.

Los inmigrantes asentados son aquellos que presentan una situación legal y se encuentran insertos en la sociedad con ventajas para adquirir una vivienda, cotizan a la Seguridad Social y sus derechos son los mismos que un español así como su calidad de vida se asemeja a los mismos.

Los inmigrantes precarios son aquellos que presentan una situación legal en España pero se encuentran en situación precaria ante la inserción laboral. Éstos cotizan a la Seguridad Social igual que los anteriores y, por ello, tienen derecho a las prestaciones por desempleo u otras prestaciones sociales por falta de empleo y precariedad económica.

Por último, los inmigrantes indocumentados son aquellos que se encuentran en una situación ilegal en España, no tienen permiso de trabajo ni permiso de residencia. Lo más frecuente es que sean partícipes del mercado sumergido y que sus condiciones sean precarias y extremas.

El perfil de personas inmigrantes que llegan a España oscila en:

- Personas entre los 30 y 34 años.

- En cuanto a género, destacan los hombres más que las mujeres aunque no se suele diferenciar mucho las cifras.

- En Andalucía no coincide con el perfil de España.

- El destino laboral de las personas inmigrantes suele ser el sector terciario.

- La formación de estas personas suele ser elemental.



A continuación, se trabajaron en clase las dificultades y problemas que generan las personas inmigrantes en nuestra sociedad siempre haciendo referencia a las actuaciones de la sociedad actualmente con estas personas y haciendo alusión a la desadaptación de estas personas en cuanto a estilo de vida no aceptable dentro de nuestra sociedad. Respecto a ello, las ponentes propusieron la intervención desde el tercer sector con estas personas.

A mi parecer, la situación de la población inmigrante en España tiene las características de un círculo vicioso en el que se mezclan problemas fundamentales, como es intentar legalizar su situación, que es muy difícil debido a las trabas legales, falta de infraestructuras, de organización y poca implicación política, con otros que reflejan la falta de conocimiento de la realidad de esta población mezclada con los prejuicios y estereotipos excluyentes de la sociedad española.

Desde el punto de vista educativo, que es la base del desarrollo personal y social, no existe un apoyo específico para las dificultades de la integración de los niños inmigrantes. Hoy por hoy, el método asimilacionista adoptado en nuestras instituciones no es adecuado para garantizar la solución de los problemas de identidad de las personas inmigrantes. Ni tampoco la formación cultural de adultos extranjeros.

Desde nuestro ámbito profesional, el objetivo principal se centra en permitir el acceso de la población inmigrante a los servicios y recursos que se recogen tanto en la ley de servicios sociales como en los planes andaluces de inclusión y apoyo y otros específicos como los creados para menores, jóvenes y mujeres.

Para afrontar este ambicioso proyecto, se debe actuar desde el modelo intercultural, de forma que se acabe con el desconocimiento de la realidad.



Las medidas y actuaciones que deberían ser reforzadas desde nuestro ámbito profesional pueden ser:

1. Fomentar el conocimiento de los servicios sociales entre la población extranjera, para lo cual se debe:

• Incentivar a la población extranjera que ya tratamos a dar a conocer nuestros servicios al resto de la población inmigrante. De modo que no se refugien en mafias o personas mal intencionadas que los exploten, mediante charlas, reuniones informativas, incluso en sedes de asociaciones en las que ellos confían y son espacios neutrales donde se encuentran cómodos.

• Dar a conocer a los usuarios la existencia de asociaciones donde les pueden ayudar en otras materias como vivienda, trabajo, etc. y estar en contacto con ellas de forma que estemos al día de sus verdaderas necesidades cotidianas.

• Promover los servicios sociales a través de los medios de comunicación de una forma controlada. Son servicios a los que todos tenemos derechos y como tales deben ser conocidos por toda la población, para acabar con el estigma de los servicios sociales como “caridad”. Campañas de información sobre los recursos y servicios que pueden ser facilitados, de forma que los perciban como funcionales, y no como meras ayudas económicas. Mediante estas campañas se lucharía también contra los prejuicios y los estereotipos que etiquetan de forma negativa a la población inmigrante.

2. Informar sobre los documentos que deben reunir para acceder a la legalidad que los convierta en ciudadanos de pleno derecho y asesorarlos en esta tarea.

3. Involucrarse en su realidad cotidiana a través del conocimiento profundo de ésta. Esto se puede conseguir mediante:

• Incorporar trabajadores y/o educadores sociales extranjeros a los centros de servicios sociales. Su integración en el sistema sería un incentivo para estas personas de que nuestra sociedad puede y quiere contar con ellos. Además serían una gran ayuda por sus propias experiencias y sus conocimientos sobre las necesidades y las trabas a las que se ven sometidas las personas que llegan a nuestro país.

• Visitas a domicilio y barrios en los que realizar trabajo de campo mediante observación, entrevistas con informantes clave, grupos de discusión, etc. in situ. que proporcione información acerca de los problemas reales que se les presentan en su vida cotidiana: laboral, educativo, de vivienda, etc.

• De este conocimiento surgirán nuevos recursos adaptados a sus necesidades específicas. Estas investigaciones deben llegar al ámbito político de forma que sean tratadas con la importancia que encierran para una convivencia intercultural.

• Adaptar el servicio de ayuda a domicilio a las necesidades detectadas, con apoyo de trabajadoras/es de la propia población inmigrante, conocedores del idioma y de la cultura de sus congéneres.

• Fomentar el Trabajo Comunitario de los educadores sociales en nuestro equipo profesional, apoyándolo e involucrándose en el mismo, para promover el asociacionismo y la participación social entre la población autóctona e inmigrante, apoyándose en la información recibida por los informantes clave de sus asociaciones y de los barrios visitados.

• Participar activamente en la realización de los planes andaluces de inclusión de la población inmigrante. Profesionales que conocen la realidad de esta población.

• Introducir la figura de un educador social en las instituciones educativas, lo que le permitirá conocer además la realidad del menor inmigrante en nuestro sistema educativo. Formar equipos profesionales (educadores, psicólogos, trabajadores sociales, mediadores en el propio instituto, alumnos), que conozcan de primera mano lo que ocurre en las aulas e informen al equipo de apoyo a los profesores y padres.

Pero sin duda alguna, todas estas medidas y actuaciones deben estar apoyadas de manera contundente por el Estado español. La ampliación de las plantillas y su formación adecuada en esta problemática deberá ser facilitada mediante la aportación del suficiente aporte económico para su realización. El refuerzo económico de la red pública de servicios sociales y el reconocimiento de la importancia de la investigación social para una sociedad intercultural son fundamentales.

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