jueves, 6 de mayo de 2010

VISITA ASOCIACIÓN ANTARIS

ANTARIS es un centro de reducción del daño, el único de la provincia de Sevilla. Se encuentra en la calle Macarena, justo enfrente del hospital Virgen de Macarena. El acceso a la asociación no es fácil. Existen pocas indicaciones de la ubicación de la misma. El horario de atención al centro es desde las 8 de la mañana hasta las 20.00 de la tarde. El grupo de trabajo de prostitución nos dirigimos a dicha asociación el jueves día 29 de abril a las 13.00 horas. Para llegar hasta allí lo tuvimos difícil. Para ello, nos pusimos en contacto con la asociación y, desde el teléfono nos guiaban. A pesar de ello, tuvieron que salir de las instalaciones para recogernos en la calle y dirigirnos hasta allí. Mi primera impresión fue que el acceso no es nada fácil ni viable, lo cual puede dificultar la intervención con los usuarios, porque no se le posibilita el acceso.

Una vez que llegamos hasta allí, nos recibió una de las educadoras sociales del centro, Matilde. Nos dirigimos a una sala de reuniones y nos dispusimos en medio círculo en la mesa. Antes de comenzar la entrevista, le planteamos si podía ser grabada en vídeo y a esto nos contestó que no. No obstante, dejó claro que en audio no le importaba. Aun así, recogimos en papel las ideas más importantes que nos proporcionó Matilde, lo cual nos servirá de gran ayuda para enfocar nuestro trabajo, aclarar nuestras ideas y acercarnos a la realidad.

En la asociación ANTARIS trabajan con personas drogodependientes, entre las cuales algunos usuarios practican el ejercicio de la prostitución. El lugar de atención al usuario es, única y exclusivamente en el centro, descartan el trabajo de calle. Los usuarios acceden al centro, ya sea por derivación, ya sea por conocimiento del centro a través de las redes sociales. El objetivo principal de este centro es mejorar la calidad de vida de las personas, disminuyendo el consumo y evitando los riesgos. Las demandas más comunes en el centro son hábitos de higiene, alimentación, tratamientos, atención psicológica…. Normalmente, se acercan al centro para cubrir sus necesidades más básicas. En la asociación ANTARIS no trabajan con menores.

El educador social hace la función principal de la acogida a los usuarios. A partir de ahí, se les hace el seguimiento de salud, documentación, de higiene, acompañamiento… Se le lleva una hoja de evaluación de los pacientes.

La duración de la intervención será hasta que la persona acude al centro.

Al final de la entrevista, el discurso se centró en un debate sobre la legalización o no de la prostitución y sobre el reconocimiento o no de la prostitución como profesión. Desde el punto de vista de la educadora social del centro que nos atendió, la prostitución no es una profesión, pues más que ser un deseo de autorrealización, normalmente es una obligación. La prostitución viola la intimidad de una persona. Siempre hay una circunstancia fuerte que obliga a ejercerlo. Concluimos este discurso diciendo que hay que ahondar en las distintas situaciones porque la sociedad ofrece una visión y normalmente no es la única ni la correcta a la realidad.

Esta cita ha sido muy interesante. Es la segunda asociación a la que acudimos para acercarnos a la realidad de la prostitución y nos ha ofrecido una visión bastante acertada ya que aún no conocíamos la función de los educadores sociales en este ámbito. Sinceramente, me ha servido mucho para conocer otra perspectiva de trabajo.

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